Ascensión a Nabaín desde Jánovas

Nabaín, junto a la Peña Montañesa, constituye una de las montañas emblemáticas para aquellos que vivimos en Ainsa y sus alrededores, uno de esos sitios a los que resulta poco menos que obligatorio, haber subido al menos una vez en la vida. En las últimas décadas a Nabaín se ha ascendido desde Ascaso, por ser la ruta más sencilla, mejor marcada y con menos desnivel, pero hoy voy a hablaros de la ascensión a Nabaín desde las cercanías de Jánovas, una subida más larga, algo más complicada (sin presentar dificultades reseñables) y sobre todo, mucho más bonita y espectacular.

La senda que nos conducirá desde Jánovas a Nabaín arranca en la misma carretera N-260 después de los túneles de Balupor y antes del desvío a Jánovas y de Lavelilla desde donde por cierto comienza la ruta para BTT de La Caparra, concretamente encontraremos el desvío en las cercanías del mirador del Congosto de Jánovas, existe una marca en una valla con pintura verde y el camino comienza de forma evidente en el lado derecho de la carretera si vamos en dirección Ainsa - Fiscal.

El inicio de la senda muy marcado es por un hermoso bosque que nos permitirá ir ganando altura sin prisa pero sin pausa, numerosas curvas de herradura nos llevarán desde los 700 metros a los 1.100 de altura en menos de una hora, hasta llegar a un collado - pequeña planicie con espectaculares vistas de la Solana, desgraciadamente famosa por ser la zona con mayor numero de pueblos abandonados de Aragón. Desde ese collado hay que estar atentos a seguir algunas indicaciones en forma de mojones y pintura en los arboles, pues encontramos aquí la zona más confusa (sin ser difícil) de toda la ruta, giraremos a la derecha y buscaremos las marcas de la senda hasta bajar un tramo que nos conducirá directamente al inicio de la primera de las fajas que recorreremos si seguimos el track, este tramo fue, como no, recuperado por la Asociación de Amigos de los caminos tradicionales, más exactamente en una dura mañana de domingo de trabajo por Ballarín, Oriol, Oliver y un servidor.

Tras recorrer el tramo clave de esta Ascensión entramos en una espectacular y fotogénica faja en ascenso, donde veremos algunas cuadras que nos rememoraran  la dura vida de nuestros ancestros, no hace tantas generaciones que algún antepasado mio debió utilizarlas para almacenar su ganado, pues una parte de mi familia tiene su origen en Ascaso. Tras recorrer la faja deberemos buscar alguna traza de camino que nos dirija al norte siendo conscientes de que (casi) "todos los caminos llevan a Santa Marina" la ermita que señala la cima de Nabaín, ninguno de ellos está claramente marcado y encontrar un hito será casi un milagro.

Si hemos tenido una pizca de sentido común y orientación (o hemos seguido el track) llegaremos al collado donde la ruta que viene de Ascaso se junta con la ascensión desde Janovas, a partir de aquí los tradicionales hitos y un camino muy pisado nos conducen con facilidad a la ermita de Santa Marina y cima de Nabaín. Un día despejado nos regalará hermosas vistas del Pirineo, la cima de Nabaín a 1796 metros de altura es una singular atalaya desde donde observar Monte Perdido y los muchos picos de su alrededor, si hemos aguantado hasta aquí es la hora de tomar el bocata y disfrutar de la cima.

Aunque el descenso más sencillo es por la misma ruta que en la ida, veréis que el track que os incluyo al final del relato se bifurca antes de la entrada en la faja, existe la posibilidad de cambiar de faja en el descenso aunque aquí se hace necesario señalar que ni la senda esta limpia ni es demasiado obvia, un poco de intuición nos conducirá ineludiblemente por esta nueva faja, tan espectacular como la anterior, donde los restos de lugares para refugio animales también son numerosos; en realidad estaremos andando tan solo 20 o 30 metros por debajo del tramo recorrido en la ida y en muchos momentos a solo 10 metros en horizontal (aunque algunos más en vertical), tras algún fácil destrepe llegaremos a la obvia unión entre fajas y a retomar el descenso.

En unas 5 o 6 horas, paradas incluidas, habremos llegado al punto de partida con 1.150 metros de desnivel acumulado en nuestras piernas, tras recorrer poco más de 7 kilómetros y haber disfrutado de una ruta senderista que puede hacerse todo el año si no nos importa pisar un poco de nieve en la parte alta (si elegís como nosotros subir en invierno), si además tenéis la suerte de disfrutar como yo de la mejor compañía (Gema, Modesto, Julián y Luis) el resultado es un día de montaña imborrable.

Track:
Ascensión a Nabaín desde Jánovas